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​​​​INTRODUCCIÓN

A partir del informe “Nuestro Futuro Común" (Our Common Future), presentado en 1987 en la Asamblea de las Naciones Unidas, los países comenzaron a comprender que no siempre el crecimiento económico es sinónimo de mayor desarrollo.

No se estaba considerando adecuadamente la existencia de impactos no deseados, ni la vulneración de límites capaces de afectar al planeta, a la propia economía y en consecuencia a la calidad de vida de las personas, incluso a aquellas que integrarían las generaciones venideras.

Surge entonces el concepto de ​desarrollo sostenible, entendido como aquel modelo de crecimiento capaz de garantizar la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer o afectar la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

Bajo este enfoque, las políticas públicas de desarrollo sostenible deben contribuir a la mejora de la calidad de vida, a partir de un modelo de crecimiento en el que el desarrollo productivo/económico, la reducción de impactos ambientales y la generación de beneficios sociales, no sólo no se presenten como objetivos excluyentes, si no que necesariamente resulten interdependientes.

Con fundamento en la Constitución de la República y aprobado por Decreto Nº 2794 de 2014, Paraguay puso en marcha el Plan Nacional de Desarrollo – PND “Paraguay 2030", buscando establecer un proyecto de desarrollo común, con eje en la reducción de la pobreza; el desarrollo social e inclusivo; el fortalecimiento institucional; la gestión eficiente y transparente y la sostenibilidad ambiental.

El Plan aún vigente, promueve un modelo de gestión sistémico y transversal a través del trabajo articulado de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial a todos los niveles y jerarquías de gobierno, con el sector privado y la comunidad.

​En el año 2015, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas 195 países, entre ellos Paraguay, suscribieron la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, mediante la cual se comprometieron a alcanzar 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), establecidos como fundamentales para lograr este modelo de desarrollo sostenible en nuestras sociedades. 

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Tanto la Agenda 2030 como el PND 2030 refieren la necesidad de contar con sistemas de producción y consumos sostenibles y responsables, que promuevan la desvinculación del crecimiento económico de la degradación ambiental, aumentando la eficiencia en el uso de los recursos y fomentando estilos de vida sostenibles; objetivos estos que contribuyen a la reducción de la pobreza y a una transición justa hacia economías verdes. 

El Estado, sin duda, tiene un rol protagónico en este camino de transformación y encuentra en las compras públicas un instrumento clave para el logro de este reto. 

Los gobiernos adquieren una amplia gama de insumos, bienes, obras y servicios, que los convierte en actores influyentes del mercado, y a sus sistemas de compras en áreas estratégicas capaces de apalancar objetivos de políticas públicas a partir de sus decisiones de compra, transformando de este modo la cadena de valor del mercado público y promoviendo el desarrollo más equilibrado de las comunidades.

Entre 2010 y 2020 el estado paraguayo ha adquirido bienes y servicios en el mercado por un valor anual que equivale a entre un 7 y 10 por ciento del PBI del país[​6​], circunstancia que confirma con claridad meridiana su rol protagónico y su capacidad para promover buenas prácticas que impacten positivamente en la economía, el ambiente y la sociedad en su conjunto.




[6] Insfrán, J. A. (2021). Estudio sobre la participación de las mipymes en las compras públicas del Paraguay. Periodo 2017-2020. Programa MiPYME COMPITE. López-Fresno, P. y Barreto, M. (Eds). Paraguay: Ministerio de industria y Comercio.